LA ACTITUD MINDFUL
El mindfulness se cultiva a través de actitudes específicas o "pilares" con los cuales uno se acerca a la práctica meditativa.
Los pilares desarrollados a través de la práctica en sí son:
1. El no juicio. - Se refiere a la suspensión del juicio y la asunción de un papel de testigo imparcial. Cuando se presenta un juicio (algo inevitable), uno no intenta reprimirlo ni evaluarlo, sino simplemente observarlo.
2. La paciencia. - En cualquier práctica, hay una primera dificultad insospechable: encontrar el tiempo. Es como si, en nuestras ocupadas vidas, no hubiera espacio para nada más. Encontramos espacio para todo, pero no para guardar silencio en compañía de nosotros mismos.
3. La mente del principiante. - Significa que, como principiante, no tienes expectativas sobre el mundo o ideas preconcebidas sobre ti mismo. Tienes mil posibilidades y puedes tomar cualquier dirección. Pensamientos como: "No puedo", "No me gusta esto o aquello", "Normalmente no haría esto" no existen. Los niños son aquellos que, por excelencia, poseen la mentalidad del principiante. Están abiertos al mundo y a los demás sin juicio y sin estar a la defensiva. Su mente no está llena de superestructuras y es mucho más serena.
4. La confianza. – La confianza en la intuición de uno, la confianza en los sentimientos propios. El desarrollo de la confianza hace posible lograr una mayor responsabilidad en la vida y una mayor libertad del propio condicionamiento.
5. El no buscar resultados. - En la meditación, la mejor manera de obtener resultados es no intentar obtener resultados. Es particularmente difícil para los seres humanos obtener resultados automáticamente y comparar el momento presente con el momento ideal, reflexionando sobre la discrepancia. El objetivo que debe perseguirse en la meditación es no tener ningún propósito.
6. La aceptación. - El objeto de aceptación es nuestra experiencia interna: pensamientos, emociones y sensaciones (¡no los síntomas!). Es una actitud de apertura a nuestra experiencia, a lo que es en este momento. Aceptar significa dejar espacio para lo que nuestra mente piensa, nuestras emociones y nuestras sensaciones físicas, lo que estoy experimentando en este momento, y si nuestra mente está expresando juicios, podemos abrirnos a la experiencia de reconocer juicios de la mente, en lugar de consentir automáticamente.
7. El dejarse ir. - Notamos que a menudo nos sentimos abrumados por una cascada de pensamientos, emociones y sensaciones de las que nos gustaría deshacernos cuando no nos gustan o intentamos contenernos tanto como sea posible cuando nos dan placer De la cascada de pensamientos, emociones y sentimientos que lo abruman. Una meditación dirigida a la observación de lo que pasa a través de mí aquí y ahora, permite retroceder y observar lo que me está pasando sin sufrir el golpe. Durante la práctica meditativa realizamos el acto intencional de dar un paso atrás y observar este flujo frente a nosotros, como observamos el flujo de una cascada o al observar las imágenes de una película proyectada en el cine. Dejarse ir significa dejarlo estar.
8. El compromiso y autodisciplina. - para que la práctica funcione y conduzca al desarrollo de la atención plena como rasgo y la capacidad de entrar en este estado, se requiere compromiso y disciplina diaria. Este es un camino extremadamente exigente que requiere una buena motivación.